..." En los día siguientes a la muerte de Papá José, mamá se mantuvo en movimiento con inusitada energía. Pensaba que la vida la había tratado con extremo rigor. Analizaba su niñez llena de carencias y su corta juventud de trabajo y esfuerzo y no quería que sus hijos tuviesen las aflicciones sufridas por ella.
A la semana de quedar sola, sacó todas las "payasas" (colchones) fabricadas con hojas de choclos y que, el uso y el paso del tiempo las habían convertido en unas camas dignas de un Fakir y las quemó en medio del patio. Las últimas chinches, representantes de nuestra pobreza en retirada estallaban como guatapiques en medio de las llamas. Esa misma tarde, en el carretón de transportar leña de doña Juana trajimos desde la tienda de los Escalona, cinco pares de colchones de esos de color rojo con rayas blancas, color típico de los almadraques utilizados en esos tiempos. Con los ojos brillantes y a punto de llorar, mamá puso manos a la obra en compañía de Alejandro, Soledad y yo. Los más pequeños observaban el titánico ajetreo. Esa noche, nos acostamos más temprano que nunca para poder disfrutar de las nuevas adquisiciones...."
tio que ganas de poder leer la novela completa, lo poquito que me ha mostrado es muy interesante...me quedo con ganas de leer mas y de conocer detalles de la niñez y todas las demas cosas de todos....ojala se pueda publicar algun dia...eso si me invita al evento gran!!! besitos los quiero muchito...
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