sábado, 24 de diciembre de 2011

NAVIDAD

NAVIDAD

de José Manuel Ortega Ramírez, el Viernes, 23 de diciembre de 2011 a la(s) 21:16

Parece que fue ayer en que corría por el patio de la vieja casona de Maipú en el día del 24 de Diciembre, vispera de Navidad. Ya en los días anteriores habíamos adornado el Arbol de Pascua; que es ese entonces , si era una rama de pino. Los adornos no eran luces multicolores, serpentinas ni estrellas de plata sino que: Ciruelas, Nísperos y Guindas que habíamos sacado los "hombrecitos" de la familia que, cada uno a su manera, habíamos trepado en los árboles bajo el ojo avisor de Papá Domingo, nuestro Abuelo, que gozaba viendo a la "chiquillería" encaramada en el verde frondoso de los árboles. Unos algodones, simulaban la nieve y la paja de trigo formaba el "Nido" del niño Dios.

En una olla de fierro Mamá Teresa cocía un Pato "casero", el más grande de todos, que serviría de Cena de Navidad. Para los mayores de la casa se preparaba Ponche en agua (palos de guindo, de membrillo y canela eran remojados en agua y aguardiente) más, alguna botella de vino. Para los niños, jugos de frutas y ocasionalmente alguna bebida de fantasía. En complicidad con Mamá, dejábamos nuestros raídos calcetines colgados en la ventana, en los cuales, según ella, el viejo pascuero nos dejaría los regalos. Los más chicos, "Cenábamos" temprano y a eso de las diez de la noche del día 24, nos teníamos que ir a dormir. Nos vencía el cansancio y cada uno soñaba a su manera con los regalos a traer por el Viejito Pascuero.

Mamá, después de atender a los mayores de la casa, salía a hurtadillas para llegar a nuestra ventana en donde pendían las remendadas calcetas y depositaba en ellas algunos "Gallitos" de dulce, una estampita sagrada(de esos que regalaban los Curas) y a veces algún "Palomo"con azúcar flor encima.

Al despertar el día 25, nuestra algazara y risas, despertaban a Mamá que con ojos complices, ayudaba a sacar nuestros "regalos". Ahora me doy cuenta que lo importante no eran los regalos, sino que lo hermoso era; que el Viejo Pascuero, no nos había olvidado y había visitado nuestro hogar. Esto fue hace 58 años y...parece que fue ayer.