"...Como es de común ocurrencia entre los seres humanos, los sentimientos de pesar y ofrecimientos de ayuda a la viuda y sus diez hijos se fueron devaneciendo lentamente en el tiempo. Pero, siempre hay excepciones, lo que hace que el mundo no sea totalmente injusto y presente un balance entre el bien y el mal. La grandeza de algunos dirigentes del organismo de Fútbol, del cual papá José había sido Secretario, les hizo organizar, cada tres meses, un festival de éste deporte en el Estadio Municipal de Maipú; y cuya total recaudación iría en beneficio de los huérfanos y la viuda del extinto deportista. Otra singularidad corrió por cuenta de un hombre bueno: Luis Hernández Zamora, el querido "Tío Lucho", esposo de tía Albina quien, al terminal su turno de noche en la Panadería de la Familia Durán y de camino a su casa ubicada en calle Libertad esquina de Las Heras, prímero pasaba por la nuestra, dejándonos parte de la ración de pan que le correspondía por su trabajo. El aroma a pan recién horneado, quedaba flotando en el aire al paso de tío lucho, dejándo en nosotros una agradable sensación de placer y seguridad, la que habíamos perdido a la muerte de nuestro padre..."
Espero con ansias leer la novela completa ... ya sé que algún buen día será ... traducida al alemán;)
ResponderBorrarUn beso desde el otro lado del océano.